domingo, 13 de noviembre de 2011

Todos hemos...

..sentido la necesidad, de echar a correr, y llegar, hasta el lugar donde está esa persona, para poder hablar y solucionar las cosas, para poder llorar a su lado, pero, ni esto es una novela con final feliz, ni tenemos la puerta ''mágica'' de Doraemon... aquí nada es para siempre.

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