Hay días en los que parece que el mundo se nos cae encima, que sentimos que el tiempo se nos escapa de las manos, que vemos todo cambiar y no podemos hacer nada, y te vas dando cuenta de que cada vez son más.
Inconscientemente, miras para atrás, y ves todo aquello que has ido perdiendo… Resigna, pero lo has hecho. ¿Y luego? Luego te da por mirar hacia delante, y ves todo de forma incierta, con miedo, miras hacia el horizonte con ojos borrosos, porque sabes que no puede venir nada bueno, y respiras hondo para contener todas las ganas de llorar que te entran.

Que aparentemente, sueles ser fuerte, de carácter alegre, con ganas de comerte el mundo.. Pero que cuando estás sin nadie alrededor, te derrumbas sin palabra alguna, tan solo hace falta que pienses en aquellas personas a las que extrañas tantísimo, o piensas en aquellas que sabes que no podrás tener, y ese conjunto, explota.
A ello, sumale que nadie sabe como te sientes, sumale que llevas un día entero con la sonrisa forzada... Sumale otras mil cosas que rondan por tu cabeza sin dejar de destrozar….