sábado, 27 de abril de 2013
Nunca me
ha gustado fracasar, y últimamente no hago más que acumular fracaso y no me
acostumbro. No me gusta rendirme, pero ya no se de donde sacar las fuerzas para
seguir. No soy de las que se rinden a
la primera de cambio, soy de las que luchan hasta el final, de las que si se
caen se levantan, de las que no tiene los pies en la tierra porque a veces no merece la
pena... Siempre he sacado las fuerzas de flaqueza de cualquier sitio. No sabía lo
que era el fracaso, no entraba en mi vocabulario. Se que me queda aun mucho por
aprender, muchos golpes que llevarme, decepciones... y se que para que algunos
triunfen, otros tienen que fracasar, pero creía, estar entre los primeros. He
sabido siempre que mi perseverancia era con lo único que podía contar, y ahora
ya no cuento ni con ello. No me fío de nada, de nadie, ni de mi misma. Todo me
suena a traición, todo me suena a imposible. Con lo que yo he sido. Ahora mismo
tengo mi vida. No puedo, no me atrevo a arriesgar. Aun, quiero pensar que soy
fuerte, que no voy a volver a rendirme, que el fracaso volverá a estar lejos de
las opciones de mi vida....
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